Por qué no debes golpear a tus Hijos
Por qué no debes golpear a tus Hijos – De acuerdo a expertos esta demostrado que los niños que reciben castigo físico y humillante como palmadas, agarrones, cachetadas o encierros tienen más riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad.
Por qué no debes golpear a tus Hijos y la mano dura anterior
Durante años el castigo físico y humillante contra niños ha sido un acto normalizado en la educación. En el pasado no solo los padres educaban así, con pellizcos, palmadas, agarrones o cachetadas a sus hijos, sino que los profesores daban reglazos para disciplinarlos.
Por qué no debes golpear a tus Hijos - Se creía entonces que la mano dura forjaba el carácter y era garantía de que un niño crecería con disciplina. Pero gracias a los estudios científicos, psicólogos, neurólogos y educadores, han comprobado que ejercer este tipo de castigos no es efectivo, sino que, por el contrario, desencadena una serie de traumas o actitudes perjudiciales para el desarrollo de un niño.
A pesar de esta evidencia y de las campañas que existen, hoy muchos padres acuden a estas estrategias para formar a los pequeños y creen que hacen lo correcto.
Por qué no debes golpear a tus Hijos y las conductas a futuro
El castigo físico marca una alta probabilidad de que los niños castigados con golpes desarrollen conductas delictivas. Los estudios demuestran que de los menores que han delinquido, el cien por ciento reporta que en su casa recibió maltrato verbal y físico. Lo más preocupante es que el riesgo de llegar a sufrir violencia física aumenta desde estos actos que aún hoy son normalizados
Por qué no debes golpear a tus Hijos - Lo más alarmante es que los datos muestran que el 87 por ciento de casos de violencia contra niños ocurre en la casa y los victimarios principales son los familiares. Medicina Legal advierte que de diez casos que se presentan sólo tres son denunciados, lo que confirma que aún existe un subregistro muy grande de esta problemática.
La ausencia de denuncias explica la poca información y educación que tienen los padres sobre el tema. Incluso demuestra que los adultos no ven a los niños como seres humanos iguales en dignidad, sino como inferiores a quienes pueden vulnerarles sus derechos.
Por qué no debes golpear a tus Hijos - Pegarle a los niños y a las niñas es tan normal que cuando se habla de abolir el castigo físico y humillante se hacen encuestas sobre a quién le parece que está bien y a quién no le parece… como si no estuviéramos hablando de pedir que se respete un derecho humano.
Por qué no debes golpear a tus Hijos pautas para realizar cambios
Estas son algunas pautas que recomiendan los expertos para cambiar el castigo y la humillación por acciones respetuosas y educativas:
- Utilice siempre el diálogo como estrategia para transmitir mensajes. Los niños son seres humanos que entienden explicaciones e instrucciones, responden muy bien a esta clase de estímulos al estar en continuo aprendizaje.
- Establezca normas básicas de convivencia y buen comportamiento en su hogar y fuera de él, socialícelas y discútalas con sus hijos e hijas y cúmplalas usted mismo.
- Llegue a acuerdos con sus niños y niñas, sobre los temas que generalmente son foco de discordia, esto implica negociar (escuchar, exponer ideas y llegar a un consenso).
- Si su hijo comete alguna infracción a las normas establecidas pregunte ¿Por qué lo hizo? ¿Qué lo motivó? Dialogue y después del diálogo… dialogue.
- Concilie con él o ella la sanción que deberá cumplir por faltar a una norma. Así entenderá que los actos tienen consecuencias y que requieren reparación.
- Enseñe a su hijo a participar activamente en el acto de reparación. Haga un acompañamiento durante esta etapa, para generar reflexión. Le rompió la tarea a su hermana, tiene que hacerla nuevamente, pedir perdón, escribir la nota a la profesora.
- No castigue suprimiendo derechos: no cenar, no jugar, no compartir con la familia. Ponga límites realistas: no poder salir durante 1 día a jugar a la calle, pero en cambio, puede jugar con su hermano con quien peleó.
- No castigue con actos que no vaya a cumplir (no ver televisión una semana, no salir a jugar un mes)
- No castigue obligándolo a realizar cosas que de por sí ya debería hacer como parte de la familia: ayudar a lavar la loza, arreglar su cuarto. Esto le enseña a que los deberes del hogar son un castigo y no un compromiso de la familia.
- Aprenda, busque en Internet, pida apoyo.
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