El huevo en la alimentación de los Niños
El huevo en la alimentación de los Niños - El huevo se ha considerado como un alimento importante en la alimentación infantil, contiene vitaminas y aminoácidos, por lo tanto se ha considerado como un alimento protector de salud.
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El huevo en la alimentación de los Niños tipos de huevos
- El huevo en la alimentación de los Niños características nutricionales
- El huevo en la alimentación de los Niños y la composición de su clara
- El huevo en la alimentación de los Niños por su potencial alergénico
- El huevo en la alimentación de los Niños conservación
- El huevo en la alimentación de los Niños desde cuando se les puede brindar
El huevo en la alimentación de los Niños tipos de huevos
Los huevos pueden clasificarse, según su color, en blancos, amarillos o pardos. Esta característica depende únicamente de la raza de la gallina y no afecta en absoluto al valor nutritivo ni a la calidad del huevo.
El huevo en la alimentación de los Niños - También se clasifican, a nivel legal, según la características que tienen y por tanto según su calidad. En esta clasificación se denominan de categoría A, B o C:
Huevos de categoría A: Son huevos frescos que tienen una cáscara normal, intacta y completamente limpia. La yema es visible al trasluz y mantiene su posición central cuando giramos el huevo. Éstos son los de mejor calidad.
Huevos de categoría B: Estos huevos son los que han sido refrigerados y conservados. Se permite la presencia de hasta un 25% de manchas en su cáscara y también son de buena calidad.
Huevos de categoría C: Son huevos que tampoco son frescos y que no se comercializan para el uso directo, sino como materia prima en la industria alimentaria.
El huevo en la alimentación de los Niños características nutricionales
El huevo en la alimentación de los Niños - El huevo es un alimento rico en proteínas que además son de un valor biológico muy alto, tanto que el huevo es considerado por muchos expertos en nutrición como el alimento de referencia cuando se habla de proteínas.
Esto es así porque contiene en una proporción óptima para los humanos los ocho aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita ingerir.
El huevo en la alimentación de los Niños y la composición de su clara
La clara del huevo está formada por agua (en un 86%) y por proteínas de alto valor biológico, mientras que la yema es rica en grasa saturada e insaturada, colesterol y otros componentes grasos. En la yema podemos encontrar también hierro, fósforo, zinc, selencio y sodio, además de vitaminas A y D.
El huevo en la alimentación de los Niños - En cuanto a su composición, hablando de 100 gramos de alimento, el huevo tiene un valor calórico de 149 kcal y contiene 12,5 gramos de proteínas y 11,1 de grasa. Aporta también 500 mg de colesterol, 2,2 mg de hierro, 1,5 mg de zinc y 140 mg de sodio.
Es un alimento fácil de masticar que al tener un altísimo valor nutritivo es de gran valor para los niños, ya que les ayuda a tener un correcto estado nutricional.
El huevo en la alimentación de los Niños por su potencial alergénico
El huevo es el alimento más alergénico en niños de 1 a 2 años. La albúmina del huevo es la proteína con mayor potencial alergénico y se encuentra en la clara. Sin embargo, hay niños que tanto pueden ser sensibles a la clara y a la yema como a uno sólo de dichos componentes.
El tratamiento en caso de alergia es la exclusión total del huevo en la dieta de los niños, vigilando con los derivados y con los productos que contienen huevo en sus ingredientes.
El pronóstico de una alergia de este tipo es bueno, pues la mayoría de los niños acaban tolerando el huevo cuando superan los 3-4 años.
El huevo en la alimentación de los Niños conservación
A la hora de comprarlos debemos mirar la fecha de caducidad, que no estén rotos y que no haya restos de heces o plumas.
El huevo en la alimentación de los Niños - En el frigorífico pueden estar hasta 7-10 días y, pese a que las puertas llevan una bandeja para los huevos, lo preferible es dejarlos dentro del frigorífico, donde sufrirán menos cambios de temperatura. Sin embargo, absorben fácilmente olores, por lo que es conveniente separarlos de otros alimentos.
Es mejor que estén conservados con la punta hacia abajo, ya que de este modo la yema queda en el centro, lejos de la bolsa de aire que se sitúa en el extremo opuesto.
Hay gente que los lava antes de guardarlos en la nevera. Es preferible no hacerlo, ya que así se elimina la capa superficial que lo protege de la entrada de microorganismos, entre ellos la salmonella.
El huevo en la alimentación de los Niños desde cuando se les puede brindar
Hay pediatras que sugieren comenzar a ofrecer la yema antes del año. Realmente no hay demasiado problema, ya que el mayor riesgo lo origina la clara, que no debe administrarse antes de los 12 meses, ya no sólo por el riesgo de alergia, sino porque contiene un denominado factor antitrípsico que dificulta el proceso de digestión de las proteínas.
Otros son contrarios a separar yema y huevo porque se ha observado que, cuando se hace dicha separación, parte de la clara acaba yéndose con la yema, sin embargo hay muchos niños que no presentan sintomatología cuando han probado la yema y sí cuando han empezado a comer la clara.
Separar yema y clara y darlo por separado no va a pasar nada, es preferible hacerlo de este modo, ofreciendo la yema, por ejemplo, cuando el bebé cumple doce meses y la clara una o dos semanas después cuando se constata que la yema es bien tolerada.
El huevo en la alimentación de los Niños modo de prepararlos
El huevo debe consumirse siempre cocido para evitar el riesgo de transmisión de enfermedades (básicamente la salmonella), evitando que quede crudo o semicrudo.
Son necesarios ocho minutos desde que el agua empieza a hervir para que el huevo quede bien cocido.
Una vez cocido, la yema puede mezclarse con algún puré, trocearla con carne, mezclarla con sopa, etc. En el momento en que el niño pueda comer tanto yema como huevo, pueden hacerse tortillas francesas, tortillas de patatas, huevos revueltos,...
El huevo en la alimentación de los Niños - En cuanto a la cantidad de huevos, se recomiendan dos a la semana. La yema de un huevo de gallina tiene 270 mg. Si no pasamos de dos huevos a la semana, el aporte de colesterol (hay que contar con el resto de comidas) no pasará de esos 300 mg al día señalados.
Enlace - Alimentos para niños en crecimiento
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