Cómo envolver al recién nacido
Cómo envolver al recién nacido – Envolver al bebé recién nacido, en una manta, le proporciona muchas ventajas al pequeño. Se puede evitar que se despierte con los movimientos bruscos de brazos y piernas que hace un recién nacido como acto de reflejo. Además, lo mantiene abrigado durante los primeros días de vida, hasta que su termostato interno comienza a funcionar.
Cómo envolver al recién nacido cuando hacerlo
Cómo envolver al recién nacido - Esta técnica la puedes realizar, después de asegurarte de que tu bebé no tiene hambre, no necesita un cambio de pañal ni está cansado. Puedes envolver a tu bebé cuando está irritable o cuando lo bayas a dormir.
Cómo envolver al recién nacido y no lastimarlo
Cómo envolver al recién nacido - Si decides envolver a tu bebé en una manta, es esencial que te asegures de hacerlo correctamente, de lo contrario puedes lastimar a tu pequeño. Al envolver a tu bebé, evita que sus piernas queden estiradas y muy apretadas. Eso puede aflojar sus articulaciones, y dañar el suave cartílago de las articulaciones de su cadera, provocando displasia de cadera.
La displasia de cadera es relativamente común entre los recién nacidos. En los exámenes que le hacen a tu recién nacido al nacer así como en las consultas médicas posteriores de rutina, tu doctor verificará que no haya ningún signo de esa condición.
Cómo envolver al recién nacido - Para prevenir que tu bebé desarrolle displasia de caderas cuando lo envuelves en una manta, asegúrate de que haya suficiente espacio en la parte de abajo de la cobija para que tu niño pueda doblar sus piernitas.
Cuando tu bebé tenga un mes de vida aproximadamente, es buena idea dejar de envolverlo mientras está despierto porque esto podría interferir con su movilidad, y desarrollo en bebés más grandes. la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda no envolver más a tu bebé cuando cumpla 2 meses, que es cuando probablemente empiece a darse la vuelta.
Cómo envolver al recién nacido pasos para hacerlo
• Extiende una manta ligera sobre una superficie plana y dobla el extremo superior derecho aproximadamente 6 pulgadas (15 centímetros).
• Coloca a tu bebé de espaldas con la cabeza sobre el doblez.
• Toma la esquina de la tela que está cerca de la mano izquierda de tu bebé y dóblala sobre su cuerpo, metiendo el extremo que sobresale debajo de su brazo derecho y bajo su espalda.
• Agarra el extremo inferior de la manta y súbela hasta que quede debajo de la barbilla de tu bebé.
• Busca ahora la esquina de la tela que ha quedado suelta a la derecha, cúbrele el cuerpo con esa parte de la tela y mete el borde debajo de su brazo izquierdo y de su espalda. Algunos bebés prefieren tener los brazos libres, por lo que quizá prefieras envolver a tu hijo debajo de los brazos para que pueda mover bien sus manos y dedos.
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