Cómo cuidar el ombligo del recién nacido
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - El cordón umbilical es, durante el embarazo, el único contacto orgánico entre el niño y su madre. Por él, tu hijo se ha alimentado y nutrido durante todas las semanas de la gestación. Con el parto, el cordón pierde su utilidad y hay que cortarlo.
Actualmente, los médicos lo realizan de forma aséptica y segura en el propio parto: el ginecólogo, lo sujeta con dos pinzas hemostáticas para contener la hemorragia y lo seccionan a unos cuatro centímetros del abdomen del niño. El trozo restante de cordón acabará por desprenderse en unos días o semanas.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido Por qué estar pendiente del ombligo
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - El proceso de desprendimiento y de lo que resta del cordón es natural y normalmente se produce sin infecciones. De media, el cordón se desprende ocho o diez días después del parto (entre los niños que han nacido por cesárea, puede alargarse hasta las dos semanas, unos doce o quince días de media). A veces tarda un poco más. Como el trozo está sujeto por una pinza, lo mejor es rodearlo con una gasa.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido numero de curaciones
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Deben realizarse entre tres y cuatro curas por día Después de desprenderse, en el ombligo del bebé quedará una herida abierta a la que debemos realizar cuidados. El proceso de cicatrización va a durar unos días más. Durante este período, debemos lavarlo y realizar curas para prevenir infecciones y asegurarnos de que cicatriza de la forma correcta. Una vez que haya cicatrizado, no deberemos preocuparnos del ombligo del bebé más que de cualquier otra parte de su cuerpo.
Tras caer el cordón, a veces el ombligo queda hacia fuera entre 5 y 15 milímetros. Se le llama ombligo cutáneo e irá metiéndose hacia dentro: en ocasiones tarda varios meses.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido cómo lavar al recién nacido
En los días anteriores a que se desprenda el cordón, el ombligo ha de permanecer protegido, seco y tapado para prevenir que se produzca una infección, por una parte, y para facilitar que se desprenda cuanto antes, por la otra. Cuanto antes pierda la humedad antes caerá.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Actualmente, los médicos recomiendan que el baño se realice con agua y jabón, sea de cuerpo completo y afecte también al cordón, con el objetivo de evitar una proliferación de bacterias en el cuerpo que pudiera desembocar en enfermedad. Por lo tanto, mientras la herida no esté cicatricazada lavaremos al niño a diario, y siempre que el niño se ensucie (orina, heces).
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido precaución
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Con respecto a facilitar la caída del cordón, lo mejor no es evitar mojarlo sino mantenerlo seco limpiándolo muy bien y secándolo completamente después de cada lavado. No utilices polvos de sulfamida clásicos ni mercurocromo, porque pueden ser causa de reacciones adversas en la epidermis del niño.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido cómo realizar las curas
Al cambiar el pañal al recién nacido tendremos que realizarle una cura en el ombligo. A continuación te explicamos cómo hacerla.
Mantenga a mano los materiales. Los elementos necesarios son gasas estériles, vendas (o bien fajas elásticas de red o malla) y alcohol del 70% o clorhexidina, que tendrá la función de desinfectar.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Hay que mantenerlo siempre seco. El primer paso del tratamiento es lavar bien las manos, con agua y con jabón, y separar la gasa usada del trozo de cordón. En el caso de que esté pegada, no realices tirones bruscos. Prueba a humedecerla, utilizando un poco de solución antiséptica, hasta que se pueda desprender con facilidad.
Luego, moja una gasa estéril con la solución antiséptica (es decir, el alcohol 70% o la clorhexidina) y limpia la herida y la piel circundante con movimientos suaves.
No te preocupes porque el alcohol entre en contacto con la piel del niño: le puede generar sensación de frío, pero no le duele. Hay antisépticos alternativos a los que hemos mencionado, como el mercurocromo o el yodo, pero estos no son incoloros.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Una vez realizado el tratamiento seca la zona con mucho cuidado y comprueba, utilizando otra gasa, que haya quedado bien seca. Si dejamos que el ombligo esté húmedo o realizamos las curas con un cuidado no suficiente, podríamos tener un caso de infección. Secando bien la zona, además, aceleramos el proceso de cicatrización.
Para evitar una infección, siempre tiene que estar seco y tapado. Luego cogeremos una nueva gasa, empapada en alcohol, y la enrollaremos alrededor del cordón. Al ponerle el pañal al niño, lo sujetaremos con un apósito. Cuidado, procura que no oprima el abdomen del bebé. Otra opción es mantener la pinza del cordón umbilical en la parte externa del pañal, con el objetivo de que se airee.
Este tratamiento debe realizarse entre tres y cuatro veces por día, y podemos hacerla aprovechando el cambio de pañal. Además, debe hacerse en todas las ocasiones en las que el niño se haya ensuciado, dado que la herida del cordón umbilical ha de permanecer en todo momento limpia y seca.
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido cuando acudir al pediatra
Cómo cuidar el ombligo del recién nacido - Si el niño está sangrando profusamente. Es normal que haya un pequeño sangrado, de unas pocas gotitas de sangre, cuando se desprende el cordón umbilical, y también en los primeros días. No te alarmes por ello. Sin embargo, lleva al niño al doctor cuando el sangrado es abundante y la gasa quede empapada de sangre: puede indicar que ha habido una mala ligadura del cordón umbilical, deberse a que el pequeñín ha tenido un traumatismo o también es posible que el bebé presente alteraciones en la coagulación de la sangre. Mientras acudes al médico, corta la hemorragia con apósitos.
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