La Letargia en los Niños

La Letargia en los Niños - Esta afección puede deberse a distintos motivos, por lo que su tratamiento vendrá determinado por la causa que origina la letargia. Es muy común en los adultos, pero afecta también en los niños.

Índice

La Letargia en los Niños en que consiste

La letargia consiste en una pérdida completa, y temporal, de la sensibilidad y del movimiento, lo que provoca que las funciones vitales del niño que padece la afección se vean mermadas, pudiendo llegar a dar la sensación de que ha fallecido.

Se han producido casos en los que la persona afectada percibe y comprende todo lo que sucede a su alrededor, pero no es capaz de reaccionar. La letargia lúcida hace referencia a la actividad psíquica que se conserva durante la letargia.

La Letargia en los Niños Síntomas y causas

En los casos más graves de letargia, el niño afectado yace inmóvil y tanto el pulso como la respiración son prácticamente imperceptibles, los miembros quedan sin rigidez y las pupilas están dilatadas, sin reaccionar de forma normal ante la luz.

La Letargia en los Niños - La letargia es también una sensación prolongada de fatiga y cansancio. El niño en estado letárgico permanece largos periodos de tiempo sin moverse y se acuesta con pereza. La falta de energía puede ser uno de los desencadenantes de esta sensación de letargo, pero también se asocia la letargia con trastornos psicológicos o graves enfermedades.

Otro de los causantes de la letargia es la falta de sueño. Si el niño no descansa lo suficiente, puede experimentar una fatiga persistente, así como no ser capaz de concentrarse para realizar las tareas diarias.

La Letargia en los Niños Tratamiento

Cualquier síntoma de letargia puede ser indicio de una enfermedad grave, por lo que es importante acudir al pediatra para que realice las pruebas necesarias para encontrar la causa de esta afección.

El tratamiento dependerá del motivo causante de la letargia. En ocasiones, cuando está causada por un sobresalto fuerte, o un shock, puede que se pase sin necesidad de seguir ningún tratamiento, pero si el motivo es fisiológico, será necesario que el pediatra averigüe la causa de la letargia, para que indique el tratamiento correspondiente.

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