Alimentación complementaria

La alimentación complementaria para tu bebé debe estar programada a partir de los seis meses. Los padres primerizos no deben temer por esta nueva etapa la cual es normal y muy necesaria para el desarrollo del pequeño.

Alimentación complementaria en Bebés consejos

Esta es una serie de consejos para iniciar la alimentación complementaria, primero que todo debes tener en cuenta las recomendaciones nutricionales con los alimentos adecuados para una nutrición completa y variada.

Alimentación complementaria recomendaciones del pediatra

El pediatra le debe brindar a los padres las indicaciones suficientes sobre el tipo de alimentos que tendremos que darle, junto con otras recomendaciones que no dejan de ser importantes, pero que se deben tener en cuenta.

Alimentación complementaria y la estimulación

Hay que sentarse con el niño y estimularlo a comer hablándole y comentándole lo necesario que es comer bien y lo buenos que son los alimentos. La hora de la comida puede ser un momento más de aprendizaje.

Haga que la hora de la comida sea un momento relajado y feliz. La hora de comer también es buena para ampliar nuestro afecto, nuestro conocimiento mutuo... No le des importancia si rechaza los alimentos nuevos al principio es normal y mucha veces con paciencia vemos que acaba aceptándolos.

Alimentación complementaria en Bebés no lo forces a comer

No apresures al niño para que coma, debes realizar algún descanso o entreteniendo al niño, en vez de forzarlo a comer. No lo obligues a comer porque aumentará su malestar y rechazo.

Se puede iniciar la alimentación complementaria con alimentos que el niño pueda coger por sí mismo si así lo decidimos y vemos que al niño le gusta.

Alimentación complementaria otras recomendaciones

Hay que quitarle importancia al hecho de que el niño coma despacio, se manche o tire parte de la comida, pero cuidando siempre que tome suficiente. Para una alimentación variada, introduce paulatinamente los nuevos alimentos como te indicará el pediatra. Cuando el menú se amplíe, no olvides mezclar aquellos alimentos que más le gustan con otros, con presencia suficiente de todos los grupos alimenticios.

Asegúrate de que el niño no tiene sed. No interrumpas la lactancia si no lo deseas (se recomienda hasta los dos años o más) y ofrécele más pecho. También puede empezar a tomar agua para estar bien hidratado. Procura que no llene el estómago de líquido antes de comer sólidos y procura que beba durante la comida.

Como sucede con los bebés, no hay que esperar a que los niños estén hambrientos para empezar a comer, si empiezan a llorar puede ser porque tienen hambre. Los horarios se irán haciendo más estables poco a poco, no conviene ser estrictos al principio, lo que hay que evitar es que la hora de la comida coincida con que el niño está cansado o somnoliento.

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