Cómo controlar la respiración del niño

Cómo controlar la respiración del niño – Nuestros niños con frecuencia son afectados por trastornos de las vías respiratorias, es muy importante controlar las posibles complicaciones y de esta manera poder estar más tranquilos.

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Cómo controlar la respiración del niño y su inocuidad

Los trastornos de las vías respiratorias son inocuos desde el punto de vista médico, pero son molestas, tanto para los niños, que tienen problemas para dormir cuando respiran mal, como para los papás, obligados a pasar las noches en blanco.

Cómo controlar la respiración del niño - Son las características de las principales enfermedades infecciosas que afectan en la edad preescolar. En su mayoría, se trata de resfriados y complicaciones catarrales leves, en general, de origen vírico, que afectan a la nariz, la garganta, los oídos y los senos paranasales.

Sin embargo, con la asistencia precoz a la guardería y la mayor probabilidad de contagio, un niño puede sufrir una decena de episodios durante todo el invierno, de manera que siempre parece estar enfermo.

Cómo controlar la respiración del niño qué hacer

El niño puede respirar mal por la nariz, sobre todo, si se produce un engrosamiento de las adenoides tras una serie de resfriados. Veamos algunas recomendaciones.

Durante el sueño, si el niño se queda en apnea, es decir, permanece sin respirar durante unos segundos, significa que la obstrucción es significativa, por lo que resulta necesaria la intervención del pediatra. El médico decidirá si la situación del niño requiere la intervención de un otorrinolaringólogo.

Durante una gripe normal, resulta más común un aumento de la frecuencia respiratoria. Para controlarla, sólo hay que apoyar una mano en la barriga del pequeño y contar cuántas veces se eleva en un minuto. La media debe ser de alrededor de 25-30 inspiraciones, que pueden llegar a 40 en caso de fiebre alta y tos fuerte.

Cómo controlar la respiración del niño otras señales

Cómo controlar la respiración del niño  - Otras señales revelan una posible afectación de las vías respiratorias que hay que indicar al médico, como el “hundimiento” del pecho, que se puede apreciar en la piel de la base del cuello, entre las costillas o en la base del tórax durante la inspiración; o bien el movimiento de las paredes laterales de la nariz durante los actos respiratorios.

Ambas señales indican un esfuerzo, una dificultad respiratoria debida, por ejemplo, a una bronquiolitis.

Cómo controlar la respiración del niño - Enlace -  Cómo distinguir un resfriado de una gripe

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